¿Está presente el amor en todas mis acciones?
Por ello es importante comprender este misterio. Este misterio, es el amor. Ella querría que toda la humanidad reconociese a Su Hijo y volviese a encontrar su verdadera dimensión. Nos demuestra que en nuestro día a día, nosotros podemos vivir igual que Ella vivió.
El misterio de María es simple: es el amor en estado puro. Cuando estáis rezándole al Padre, según vosotros, ¿quién os oye? Ya sé que me diréis: Dios mío, si estamos aquí rezando en Francia ¡Él no puede estar en todas partes a la vez! Sí, puede estar en todas partes a la vez y María, es lo mismo. Uno puede estar durmiendo y otros rezan, y hacen el relevo para vosotros. Si estáis durmiendo, otros van a rezar por vosotros. Basta con mirar los monasterios, las abadías y de qué modo antiguamente todas esas personas se ponían en oración.
Si hemos conseguido despegarnos algo de la materia, debemos entonces comprender esto: María, se propaga por el universo desde 1852. Lo hace desde distintos puntos... podemos hablar de Lourdes ya que hoy es su festividad, pero también apareció en Pontmain, en Lorette… Se presentó con nombres distintos, dependiendo del lugar en donde se manifiesta su presencia.
¿Qué nos quiere decir María en todos estos acercamientos a los seres humanos? Si sólo se manifestara para hablarnos repetidamente de las mismas cosas, supongo que ya hubiera cambiado de país, de tierra o de planeta, pero María tiene un importante papel que desempeñar. Creo que nosotros no acabamos de comprender la fuerza que nos da la oración ni el papel que desempeña María a través de esta oración.
Nosotros rezamos rosarios, rosarios enteros y nos decimos: “¡Fulanito no mejora, menganito sigue igual!”… etc. y me voy a callar todos los análisis que podemos llegar a formular: “¡Dios no me ha escuchado!” o ¿Qué hace? acaso no me lo merezco?”, etc. Las quejas son numerosas cuando se trata de Dios, en particular, y siempre creemos que hemos sido castigados si no hemos recibido exactamente lo que esperábamos. Entonces dejamos de creer en los milagros y nos encerramos en nosotros mismos. Y conocemos bien la metamorfosis y el sufrimiento que todo ello origina.
María lleva a cabo una acción y tiene una fuerza, pero nosotros carecemos de fe. ¿Qué quiere decir esto? Ella nos lo da todo con su manera de ser, su presencia, su gran ternura. Y muchos, muchos no la han visto nunca pero han sentido su presencia y en todo el mundo hay pruebas que lo corroboran. También sabemos que María llega con un perfume. Su presencia se manifiesta a través de unos perfumes que invaden el lugar donde nos encontramos. Significa que María quiere darnos testimonio de su omnipresencia dondequiera que se Le llama, allí donde se tiene fe en Ella. Al igual que Cristo a María le gusta que le repitan a menudo las mismas cosas. ¿Por qué? Para que la humanidad tome consciencia de lo que significa una madre. Un niño llama a su madre “mamá” ¿verdad? María ha vivido toda su vida en la tierra y naturalmente se la llamó “mamá”, pero también vio el sufrimiento de todos aquellos que no tenían madre y Ella quiere desempeñar este papel para todos los huérfanos de la tierra.
Muchos tienen un gran número de hijos, pero ¿son ellos verdaderamente unos hijos frente a su padre o su madre? María quiso aportar esta compensación a todos aquellos que carecían de ternura. Ella sela daría. Ypor lo tanto es a través de esas presencias, en el mundo entero, que Ella se manifiesta ante nosotros para que confiemos en Ella.
Entonces María representa un “plus” con relación a Dios. El ama a sus hijos con un amor absoluto y sin ambigüedades, pero María interviene como mediadora y abogada nuestra y este papel de mujer, lo desempaña con la mayor perfección ante Dios. Cuando Dios ya no mira a Sus hijos porque Le han hecho sufrir, y han hecho sufrir a sus hermanos, cuando han matado y asesinado y se han rebelado… ahí está María. En permanencia. Está ahí… para, una y otra vez, pedir el tiempo necesario para esa toma de consciencia.
Ella nunca condena, ni siquiera a los peores. Siempre les da otra oportunidad.
Por ello es importante comprender este misterio. Este misterio, es el amor. Ella querría que toda la humanidad reconociese a Su Hijo y volviese a encontrar su verdadera dimensión. Nos demuestra que en nuestro día a día, nosotros podemos vivir igual que Ella vivió. Si amamos un poco a nuestros hijos, comprenderemos que muchos otros niños también necesitan este amor y que solamente podrán recibirlo si rezamos por ellos. No hay ningún misterio, es el amor encarnado.