¿Qué debemos cambiar en nuestro estado de espíritu para convertirnos realmente en un ejemplo vivo al servicio del Padre?
Lo que Dios quiere darles es otra forma de ver la vida, otro altruismo para realmente entender que su vida, ustedes pueden hacer que sea rica y hermosa. Las preocupaciones, los problemas, las dudas, las preocupaciones y el estrés desaparecen tan pronto como ofrecemos nuestro sufrimiento, nuestros problemas a Aquel que puede arreglar todo por nosotros.
Es la creación, la creatividad lo que es importante en nuestras vidas. Dios creó al hombre a su imagen. Entonces, ¿Qué imagen de Dios damos a los demás en la tierra? Si no nos convertimos en un ejemplo viviente de ese Dios, nosotros que estamos aquí en este mundo, entre los otros, entonces no podemos decir que servimos a Dios, no se han dado cuenta que Él esta en ustedes! Que los habita, que ha poseído sus cuerpos, que ha sometido su voluntad y sus mentes. Así que es Él que los debe gobernar, pero no lo dejan. Ustedes tienen tabúes, convencionalismos, ideologías que los impulsan a actuar... y por lo tanto también son víctimas de su trabajo, ya no son libres de trabajar, se vuelven verdaderamente esclavos del trabajo que se les pide hacer. ¡Advertencia! No enajenen su libertad por el poder o el deber! Ustedes deben saber lo son y saber realmente respetar su ser, el ser que hay en cada uno de ustedes. Estar atentos en ese sentido. No permitan que el dios dinero esté por encima del amor en su familia, antes de que el amor a sí mismos. "Amaos los unos a los otros", por supuesto, pero "Ama a tu prójimo como a ti mismo" si no pueden llegar a amarse a si mismos, no me digan que son capaces de amar a los demás. Esto no es cierto. Sólo se puede amar lo que se siente.
Si sienten a Dios dentro de ustedes es porque sienten a Dios en los demás y es en este estado que el cuerpo humano es sagrado. Es sagrado porque es habitado por el invisible más poderoso del mundo. Entonces tengan ésta conciencia: la creatividad, Él se las dio, la paciencia, Él se las dio, la tolerancia, Él se las dio, el amor, se los da centuplicado para que ustedes puedan dárselo a los demás. ¿Cómo se puede tener miedo a experimentar algo mañana o pasado mañana? El futuro Le pertenece. Pero si ustedes viven el instante presente con Su presencia, en la conciencia de Su presencia, de Su fuerza y de Su poder, entonces en ese punto, no le temerán a nada.
Sepan darse cuenta de aquello que Él quiere que ustedes se den cuenta: una humanidad que se precie. No estoy diciendo que se den besos todo el día, eso no es amar! Es respetar al otro en su identidad, en su encarnación para llevarlo a la meta que se ha fijado. Vivir el momento presente es verdaderamente vivir deshaciéndose de todas las preocupaciones cotidianas y diarias. Sus problemas, sus dificultades, sus dudas, sus temores son barridos si ustedes saben vivir el presente, sin predecir su destino y el futuro. Son ustedes los que crean su futuro. El futuro no es creado por si mismo de antemano, no es al nacer que se les dijo: "Van a morir tal día, se enfermarán tal día..." Eso no es cierto, este problema no existe, es una ilusión. El presente, es la presencia de Dios, es vivir con Él, en Él y a través de Él y, además, vivir el presente es preparar la felicidad que desean, su destinación, su destino, como ustedes le llaman. Ese mañana, ese futuro, son ustedes los que lo preparan, los que lo crean, que lo generan. No es culpa de los demás si tienen cualquier tipo de fallas, son ustedes los que las han generado.
Traten de darse cuenta de esto y de ser fieles a la promesa hecha. Cuando ustedes le piden algo a sus hijos ustedes quieren que les obedezcan, ¿no? Si no obedecen, tratan de castigarlos de una manera u otra, y es su responsabilidad como padres. Con Dios, es otra cosa, Él les pide muchas cosas y ustedes responden a muy pocas. La obediencia no es del reino de los seres humanos, nos encontramos con todo tipo de excusas para no obedecer, pero sólo hay Uno que lo ve todo. Pueden esconderse en una cueva, al final de un pasillo o detrás de un escritorio enorme, pero El que todo lo ve, es quien Es. Él ve, Él siente, Él vibra con ustedes, pero eso no quiere decir que Él los va a castigar por su desobediencia, por el contrario, se basará más bien, hacia lo que es bello, puro y saludable. Dios nunca castiga, repito, no hay castigo de Dios. El castigo, son ustedes quienes lo infligen. Él, Él es amor y los deja libres a sus deseos en sus pensamientos y también en las decisiones que tomen. No exige nada de ustedes, Él también, a su manera, sufre. Pero no es un sufrimiento humano, se los digo de inmediato, es verdaderamente por mirar a la humanidad, a sus hijos. Cuando ustedes tienen una familia y que sus hijos no coinciden con sus deseos, el amor que les han dado y que hay diferencias, no son felices, ¿Cuál es entonces el sufrimiento de un padre y de una madre? Ustedes lo saben, son impotentes, entonces, tratan de decir algo, de hablar, pero no resuelven mucho. Entonces a veces se dirigen a Dios cuando no se tiene otra solución, pero los resultados no siempre son los que se esperan. ¿Por qué? Simplemente porque olvidamos que nosotros no podemos hacer lo que Dios hace, nuestra incapacidad suele estar limitada a lo que es muy físico, muy prosaico y lo que Dios quiere es darles otra forma de ver la vida, otro altruismo, entender realmente su vida, ustedes pueden hacer que su vida sea rica y hermosa. Las preocupaciones, los problemas, las dudas, preocupaciones y el estrés desaparecen tan pronto como ofrecemos nuestro sufrimiento, los problemas a Aquel que puede manejar todo por nosotros.
El Señor nos lo dice tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Él nos prepara para comprender lo que realmente el amor, amar: es dar la libertad al otro en la pareja, como en la vida, es decir, con nuestros hijos, nuestros vecinos, a aquellos que amamos o que amamos menos…Eso quiere decir reaprender al otro tal cual es y a respetarlo ahí donde se encuentre en el lugar en donde a elegido vivir, en el país en donde ha elegido vivir. Debemos respetar a todos los que tienen un idioma diferente. La tierra pertenece a todos, es lo que nos debemos decir: Al abolir las fronteras reactivamos la vida de la tierra y su entorno.