Hay que pensar en la energía. Hay dos polos : positivo y negativo. Lo sabemos con la electricidad, puesto que necesitamos un neutro para que haya luz. Pero en nuestra vida, nosotros no somos materia, hay que comprenderlo, somos energía. Entonces a partir del momento en que comprendemos que somos energía, Cristo lo había previsto, prevenido desde hace mucho tiempo : “ Sois la luz del mundo, yo soy la luz del mundo, decía él, sois la luz del mundo” y ellos no comprendían que quería decir eso. Ellos se referían siempre al sol, la luz. Ahh..la luz es energía, y Cristo lo dijo en muchas ocasiones para presentar a su Padre. Pero en esa época no se podía saber que era la energía.

Entonces Cristo hablaba para nosotros en este 20, 21 siglo que acabamos de cruzar. Si somos energía pensamos “piensa y tú creas” nos dice el Cristo. ¿Y fuimos prevenidos más de dos mil años antes de manera de saber que creamos, pero que es lo que creamos? Entonces podemos crear lo positivo, es nuestro rol, venimos a la tierra para eso. Pero desgraciadamente estamos un 80% en el negativo. ¿Entonces que es el negativo? Es la crítica, es el juicio, son los miedos, las angustias, y sobretodo las negaciones: no lo lograré, no podré, no sabré... Todas esas pequeñas cosas que pasan por sus cabezas, y siempre nuestros juicios y nuestras críticas de unos y otros, mismo de nuestros hijos. Es a partir de ese momento que ustedes no saben lo que generan en el espacio, en su espacio, en su entorno ; entonces todas las personas que los rodean reciben sus negativo. ¿Entonces que quiere decir esto? Y bien, son ondas que vienen a ensuciar sus células simplemente. Y a partir de ese momento es lo que llamamos la transformación biológica en toxinas. De allí el sufrimiento, de ahí todos los problemas que engendramos, que creamos.

Entonces hay que comprender que nosotros podemos, que nosotros tenemos la posibilidad de transformar nuestros pensamientos completamente. Pero esta en nosotros, a cada instante que nos apercibimos, que vemos en nuestro interior lo que acabamos de pensar, de emitir, entonces transformar nuestro pensamiento. Ponerlo en las manos de Dios diciendo: ”Señor te suplico, no puedo decir esto, no puedo más decir esto, como es posible que yo pueda pensar así!“ Entonces esto va a durar semanas de trabajo, pero el resultado es fantástico porque es la libertad.

Entonces cuando empezamos a comprender que es el positivo, y bien, el positivo es justamente entrar en el resplandor. Ustedes son luz, deben entonces irradiar la luz que está en ustedes. ¿Pero como? Como, si ustedes creen haber aprendido todo! Error desde ya, al creer haber aprendido todo ya estamos en el negativo.

Esto quiere decir entonces que todo lo que pasa en nuestras cabezas, todo lo que hemos almacenado con nuestros estudios, en nuestra manera de ser educados etc. va a rellenar un sistema que llamamos intelectual, pero que solo funciona con el ego. ¿Y que es el ego? Y bien, es el que motiva nuestro orgullo. Y lo que nuestro orgullo alimenta incansablemente. Entonces esto quiere decir cuanto nos hemos transformado completamente dentro de lo negativo sin tener consciencia. Y ahí donde debemos verdaderamente comenzar a trabajar. Trabajar allí para llegar a abrir, cuando abren las puertas , cuando son recibidos, que ya no hay negativo en ustedes. Que ya no ven más las personas como las habrían juzgado hace unas semanas o unos meses, pero comienzan a mirarlas como hijos de Dios, idénticos a ustedes mismos. Entonces el respeto total de unos y otros. Con la aceptación de las diferencias, de sus diferencias en relación a nuestra concepción, con relación a nuestras tradiciones, con relación a nuestras religiones, con relación a nuestra ética. Entonces esto hace muchas cosas. Pero es verdaderamente este camino que nos lleva a esa perfección. No podemos, no podemos seguir viviendo como antes, porque ¿quién nos invita a la vida?