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¿Qué es lo que el grupo nos aporta personalmente o que nos gustaría que nos aportara de mas?

En un grupo tenéis diferentes personalidades que representan todas las facetas del mundo. Y el trabajo que se hace dentro de un grupo no se puede hacer en otra parte.

Es el aprendizaje de vosotros mismos, es decir de este núcleo divino dentro de una sociedad humana, muy diferente, muy descuartizada, muy enjuiciadora… Si nosotros no vamos mas a nuestro grupo, nos olvidamos de lo que es la sociedad humana. Olvidamos por qué estamos aquí y lo que hemos aprendido al principio. Incluso si somos sólo uno, dos o tres en un grupo, estará siempre marcado en vosotros y los demás que han participado en ese grupo quedarán siempre marcados, como un bautismo, hasta su retorno al lado del Padre. Porque el grupo es algo muy particular que Cristo ha querido. Acordaos cuando los Apóstoles, Pablo, Pedro, partieron, Andrés que partió hacia Asia… Cada uno se fue a los extremos más recónditos del mundo. Uno piensa, esto es increíble, ¿cómo Cristo pudo preveer todo eso? Pero es olvidarnos de que El era Hijo de Dios, y Dios El mismo.

En una sinagoga o en un templo, no podéis nunca compartir lo que vosotros compartís, y no importa lo que sea, una ensalada, un queso y un vaso de vino o dos o tres, poco importa. Ese compartir es el sentido mismo del compartir que Cristo quiso hacer el Jueves Santo: mostrar que El compartía, que Su Sangre y que Su Pan eran el Pan de Vida y la Sangre de Vida. El trabajo de los hombres que cultivan la tierra, que hacen el trigo o la viña están reunidos en El. El es el Todo.

El grupo nos enseña esta unidad en una sociedad muy disparatada. Pero nosotros debemos estar formados, formateados, se puede decir, en este amor, moldeados que somos por el no amor, los juicios, las críticas, pero así es el mundo. No debemos olvidar que el mundo existe, y que nosotros estamos en el mundo hasta el retorno de Cristo.

Así que es necesario que conozcamos, que comprendamos verdaderamente lo que hemos vivido en un grupo y lo que vivimos todos los jueves, en general. Si no vamos mas, lo olvidamos. Incluso si rezáis en vuestra casa, creéis rezar, sí,  vosotros rezáis, pero esto no tiene nada que ver con un grupo. Porque en un grupo hay roces de energías, hay una construcción vibratoria al nivel de vuestra alma. Ella se nutre para una semana y puede partir recargada, dinamizada y va a hacer su trabajo.