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¿En nuestra vida cotidiana, dónde y cuándo experimentamos la dulzura?

El dulce, es aquel que está cerca de Dios, es aquel que está siempre en comunicación con Él, simplemente, como todos los niños lo están, sin preguntarse nada. Ahora bien, este niño está en ustedes, es su alma.

¿Saben lo que significa humildad: es la aceptación en la obediencia total de lo que somos en relación con Dios. Es decir, no parecer, no querer mostrar lo que no se es. Es no ponernos mascaras... sin mentiras, ni hipocresías, sin intolerancia, sin impaciencia, sin falta de perseverancia. Esto significa que la humildad abarca todos esos defectos que hemos sabido transformar en cualidades.

Entonces, ¿Qué es el dulce? Cuando un niño nace, es dulce. Su piel es suave, se siente un aroma muy sutil y no tiene fragancia. Tiene el olor entre leche y rosa, muy sutil porque es la luz y la emanación de Dios en toda su grandeza. Este es el perfume divino, es lo divino en lo sutil. Es dulce, porque se deja abrazar, besar, amar, guiar, conducir. Se deja criar.

El dulce es aquel que acepta que uno lo ame y acepta ser un niño entre los demás. Cristo nos recuerda que podemos entrar en el paraíso, en el reino de su Padre, es decir, en la vibración del amor, solo si nos volvemos niños. Cristo dice que es más fácil conseguir que un elefante entre por el ojo de una aguja, que un pagano. Es decir, aquel que propague el paganismo y ultraje las leyes divinas, que entre en el paraíso.

Esto significa que para entrar en esta humildad, debemos aceptar ser dulces y no dar lecciones de moral a los demás lo que siempre tendemos a hacer, ¿no cierto? Con nuestros hijos, nuestros vecinos, la gente que creemos amar, de vez en cuando les enviamos flechas que son verdaderas lecciones de moral. Nunca ha servido para construir, sólo ha servido para crear guerras. El dulce, es aquel que está cerca de Dios, es el que todavía está en comunicación con Él, al igual que todos los niños lo son, sin hacerse ninguna pregunta. Ahora bien, este niño está en ustedes, en su alma. Es este niño, o niña, que ha decidido aparentar otra cosa y que olvidó lo básico: que es dulce.

La ternura es la emanación de sentimientos. ¿Qué es la ternura y la emanación de sentimientos en relación a la vibración? Es la base de las vibraciones.

La ternura es permitirse expresarse por todos los poros de la piel escuchando la respiración. Es de repente, dejar brillar en nosotros el amor infinito de Dios que se va a expresar con la ternura hacia el otro. Los sentimientos son las principales virtudes de los cinco sentidos: olfato, tacto, gusto, vista y oído. Es la emanación de todos los sentidos. La ternura es tener todos nuestros sentidos alerta para comunicar al otro lo que necesita: cuando se sufre, uno lo acaricia, cuando llora, lo consuela, cuando se siente le tomamos en nuestros brazos. La ternura es la expresión de todos nuestros sentidos.